A violência costuma ser relacionada, sobretudo, a questões sociais e políticas. Mas a violência também está profundamente relacionada a questões culturais e tem implicações nesta área. A seguir, Beatriz Sarlo analisa como a representação da morte mudou no cinema nas últimas décadas:
“(...) hace cuarenta años, el duelo a tiros dependía de la velocidad, la puntería, los desplazamientos en el espacio, la astucia y la fortuna de los duelistas; hoy el éxito en un enfrentamiento descansa en la potencia del arma y la decisión de usarla en exceso, más allá de cuanto, según la retórica anterior, se consideraba necesario. Para simplificar las cosas: un tiro era suficiente en cualquier clásico del oeste; varios tiros mataban a un adversario en las películas policiales; sólo una destrucción masiva del cuerpo asegura una muerte eficaz en el cine actual. Más todavía: después de la liquidación del adversario, el cine clásico mostraba un plano fundamental donde el cadáver era tomado desde lejos, con la dignidad y la distancia de la muerte, sin una presentación ampliada de las heridas ni de la sangre. El correspondiente plano contemporáneo deja ver una cabeza o un torso agujereado a tiros, el detalle de la carne destrozada, el borramiento de límites entre una camisa ensagrentada [sic] y una carne que las balas han quemado hasta las vísceras. (…).
(…). El cine, quizá la forma más sensible al tono de una época, pone en escena este paso de la singularidad a la cantidad.” (SARLO, 2002: p. 68-69).
Referências bibliográficas:
SARLO, Beatriz. Tempo Presente: notas sobre el cambio de una cultura. Buenos Aires: Siglo XXI, 2002.
Prof. Paulo Renato da Silva.