Pular para o conteúdo principal

Argentina y "El Mosquito".


El Mosquito fue un periódico ilustrado, publicado en Buenos Aires que estuvo en circulación desde 1863 hasta 1893. Se definía a sí mismo como un “periódico satírico burlesco” y en cada una de sus ediciones eran incluidas en un lugar destacado caricaturas que trataban sobre asuntos políticos con tono humorístico. Su fundador y primer ilustrador, fue el dibujante y litógrafo francés, Henri Meyer. En su primer año de circulación, 1863, Argentina estaba emprendiendo un nuevo esfuerzo de organización nacional bajo la presidencia de Bartolomé Mitre (1821 – 1906). La década anterior, había sido pautada por la división de la Confederación Argentina y la provincia de Buenos Aires, la cual rechazaba un modelo federal para la República y exigía una forma de organización en la cual la ciudad portuaria tuviese un peso diferenciado en relación al resto de las provincias. El Mosquito, como actor político y social inmerso en ese contexto argentino específico, tomara de él, insumos para la creación de caricaturas que propondrán una narración visual de los hechos de manera humorística.
Para dejar claras estas ideas, tomaremos el ejemplo de la caricatura publicada en el número 7. La escena tiene como protagonista a Justo José de Urquiza (1801 – 1870), ex presidente de la Confederación, quien está sentado en un “banquillo entrerriano” (en referencia a la provincia de Entre Ríos) y atado a un poste rotulado como “Pavón[1]” intentando abalanzarse sobre una mesa con ricos postres, cada uno identificado con el nombre de una provincia. Se destacan sobre todos los pastelitos, uno de ellos marcado como “Buenos Aires”. Desde lo alto de una montaña, en un segundo plano, se ve al presidente Mitre, quien parece estar controlando la situación. Por la leyenda que acompaña la ilustración[2], se puede ver que se coloca una intención del entrerriano de “comerse” todas las provincias, pero que los “pastelitos porteños” le causan mayor deseo. El título de la lustración, “Suplicio de Tántalo”, remite al personaje de la mitología griega que por causa de sus múltiples crímenes, fue condenado a permanecer en el agua cerca de un árbol lleno de frutas, el cual, cada vez que se acercaba, alejaba sus ramas del alcance de Tántalo, no permitiéndole agarrar ninguna. Así, se puede leer cual sería el suplicio de Tántalo-Urquiza, que por los acuerdos posteriores a Pavón, fue atado en su capacidad de accionar, al banquillo-provincia de Entre Ríos,  y es constantemente tentado por aquello que más desea, a ojos del periódico, que son todas aquellas suculentas provincias-postres y sobre todo por el más llamativo “pastelito porteño”. Sin embargo, está bajo la estricta vigilancia de Mitre, quien de lejos lo observa. Para finalizar, podríamos indicar que esta caricatura puede entenderse como una interpretación que hace El Mosquito de las relaciones entre Urquiza y Mitre, teniendo en cuenta  lo que ellos representan, es decir, modelos diversos de organización nacional.


                                           El Mosquito, N°7, 5 de Julio de 1863. 


[1] La Batalla de Pavón  (1861) fue un enfrentamiento entre Buenos Aires y la Confederación Argentina, cuyas consecuencias, en líneas generales, fueron la victoria de la  provincia bonaerense  con Mitre a la cabeza, el fin de la Confederación  y la restricción de acción política de Urquiza a la provincia de Entre Ríos.
[2] “Quien me diera engullirme todo ese comistrajo!.... Sobre todo este pastelito porteño!” El Mosquito, Suplicio de Tántalo, 5 de julio de 1863, p. 3.
 
Maria Silvina Sosa Vota - estudiante de Historia - América Latina (UNILA).

Postagens mais visitadas deste blog

A perspectiva na pintura renascentista.

Outra característica da pintura renascentista é o aprimoramento da perspectiva. Vejamos como a Enciclopédia Itaú Cultural Artes Visuais se refere ao tema: “Técnica de representação do espaço tridimensional numa superfície plana, de modo que a imagem obtida se aproxime daquela que se apresenta à visão. Na história da arte, o termo é empregado de modo geral para designar os mais variados tipos de representação da profundidade espacial. Os desenvolvimentos da ótica acompanham a Antigüidade e a Idade Média, ainda que eles não se apliquem, nesses contextos, à representação artística. É no   renascimento   que a pesquisa científica da visão dá lugar a uma ciência da representação, alterando de modo radical o desenho, a pintura e a arquitetura. As conquistas da geometria e da ótica ensinam a projetar objetos em profundidade pela convergência de linhas aparentemente paralelas em um único ponto de fuga. A perspectiva, matematicamente fundamentada, desenvolve-se na Itália dos séculos XV e

"Progresso Americano" (1872), de John Gast.

Progresso Americano (1872), de John Gast, é uma alegoria do “Destino Manifesto”. A obra representa bem o papel que parte da sociedade norte-americana acredita ter no mundo, o de levar a “democracia” e o “progresso” para outros povos, o que foi e ainda é usado para justificar interferências e invasões dos Estados Unidos em outros países. Na pintura, existe um contraste entre “luz” e “sombra”. A “luz” é representada por elementos como o telégrafo, a navegação, o trem, o comércio, a agricultura e a propriedade privada (como indica a pequena cerca em torno da plantação, no canto inferior direito). A “sombra”, por sua vez, é relacionada aos indígenas e animais selvagens. O quadro “se movimenta” da direita para a esquerda do observador, uma clara referência à “Marcha para o Oeste” que marcou os Estados Unidos no século XIX. Prof. Paulo Renato da Silva. Professores em greve!