Los principales objetivos del Frente
Sandinista fueron plasmados en un programa escrito en 1969 por Carlos Fonseca
fundador del FSLN, quien apuntaba a un equilibrio entre la práctica y la teoría
de la revolución. Fonseca se inspiró en el sistema socialista, marxista y
leninista de Fidel Castro en Cuba y de algunas medidas económicas llevadas a
cabo por movimientos socialistas europeos como: una política progresista,
intervención total del Estado en la economía en oposición a las libertades de
mercado y comercio del sector privado. Al inicio del programa se convoca a una
movilización general del pueblo nicaragüense a crear un gobierno revolucionario
contra los abusos de la oligarquía. Donde la revolución contempla una reforma
agraria radical, garantizar los derechos democráticos básicos, expropiar los
bienes de la familia Somoza y de sus cómplices, nacionalizar los bancos, las
empresas, el comercio exterior y los recursos naturales que estaban en manos
extranjeras. También se comprometían con eliminar la corrupción en la
administración pública, la discriminación de los negros e indígenas mediante la
inclusión de la región costa Atlántica y eran propulsores de una revolución
cultural y educacional. En cuanto a la seguridad se proponía substituir a la
Guardia Nacional por un Ejército Popular Sandinista. Las exigencias por parte
de la organización político militar eran profundamente democráticas y nacionalistas
en defensa de los intereses del pueblo.
Una de las formas de llevar a cabo el
programa histórico fue mediante las CDSs (Comités de Defensa Sandinista), una
organización de masas que apoyaba logísticamente las insurrecciones contra el
gobierno de Somoza, generalmente se establecieron en los barrios damnificados
de clase trabajadora, en donde se crearon patrullas nocturnas de “Vigilancia
revolucionaria” para evitar el ingreso y amenaza de los EEUU. Además, estos
comités eran liderados en su mayoría por mujeres que se encargaban de organizar
y realizar reuniones semanales para informar sobre la situación de cada barrio
sandinista, el lugar de encuentro fue en las instalaciones del “Granada Social
Club” (reuniones de la oligarquía conservadora) que pasó a llamarse “Casa del
Pueblo”. Entre las varias funciones de
las CDSs está la representación de la democracia participativa, las campañas de
vacunación, el control de precios en los productos básico que tendían a subir
en la etapa de la crisis económica, además se encargaron de alfabetizar a la
ciudadanía, todo ello mediante una organización comunitaria-voluntaria para
defender y ayudar a mantener a los revolucionarios en el poder. Si en algún
punto existieron las quejas y represiones ante el gobierno sandinista sobre
democratización, estos comités fueron el ejemplo práctico de lo contrario, en
ayuda y surgimiento de la sociedad civil en Nicaragua.
Paola Michelle Lincango Pastillo, Jissela
Fernanda Pineda Gomezcoello e Raquel Souza.