La obra cinematográfica Arca Rusa es visiblemente una problemática planteada por el historiador, cineasta y director Aleksandr Sokúrov, que crea un diálogo entre él mismo, que a su vez representa a la Rusia contemporánea, y un segundo personaje histórico, el francés Marqués de Custine, un individuo que realmente existió y era un monárquico reaccionario en Francia, que representa a una Europa caracterizada por su eurocentrismo. El Marqués de Custine tiene una visión de una Rusia bárbara que sufrió una gran influencia oriental, debido a las invasiones mongolas y a la Iglesia Ortodoxa Rusa, junto con el apoyo de su autocracia. En otras palabras, él es el típico católico europeo que cree en un vínculo entre Grecia, Roma y Europa, al que se considera el portador de civilidad. Sin embargo, no podemos dejar de entenderle como un individuo de su tiempo, por lo que no vio la caída de los Czares y no pudo acompañar la revolución rusa. En este sentido, Sokúrov entiende el proceso...